Guayaquil, (DCAG).- El Banco de Alimentos Diakonía, Grupo Difare y la Fundación Metrofraternidad firmaron una alianza para la detección y financiamiento de cirugías de alta complejidad en menores de edad de escasos recursos económicos; además de proveer las medicinas necesarias durante el tratamiento y recuperación hospitalaria.
“Gracias al convenio firmado con Difare y Diakonía, nuestros pequeños pacientes y sus familias recibirán la ayuda económica de la Fundación para sus cirugías y, además, tendrán acceso gratuito a medicinas de calidad disponibles en el programa Vita Sanus”, comentó Juan Martín Muller, Administrador General de la Fundación Metrofraternidad.
El programa está dirigido a menores de 0 a 18 años que necesiten operaciones quirúrgicas de alta complejidad en las especialidades de neurocirugía, cardiología, oftalmología, traumatología y cirugía pediátrica. También contempla los exámenes médicos pre quirúrgicos, consultas post operatorias y medicinas. Las cirugías resolutivas serán realizadas en el Hospital Metropolitano de Quito, con lo cual los beneficiarios podrán mejorar o salvar su vida.
“Como Vita Sanus, el primer banco de medicinas del Ecuador, nos unimos a esta loable iniciativa para mejorar la calidad, expectativa y esperanza de vida niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, además que permite a las organizaciones contribuir de manera eficiente en la atención medica que ofrece este tipo de programas”, señaló Sylvia Banda, Gerente de Comunicación y Responsabilidad Corporativa del Grupo DIFARE.
El convenio firmado en el centro de distribución del Grupo Difare fue posible gracias a las ruedas de proyectos y gestiones de CERES (Corporación Ecuatoriana para la Responsabilidad Social & Sostenibilidad), que aporta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.
Mons. Luis Cabrera, presidente de Diakonía afirmó: “Somos hombres y mujeres de esperanza y a la vez solidarios. La esperanza es la que nos mantiene en pie, hay una vida llena de esperanza. Sin la solidaridad, sin la colaboración hubiese sido imposible que programas como estos ayuden a tantas personas. Recordemos que quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
