Gran procesión en honor a Cristo Rey

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Guayaquil (El Universo).- Conforme llegaban a la Catedral los feligreses se dirigían hacia la parte delantera del templo para recoger la hoja dominical con una estampita mediana con la imagen de Cristo Rey, cuya solemnidad se celebró ayer en el catolicismo.

Luego de eso, los fieles se ubicaron en los asientos hasta que estos se llenaron y entonces la opción fue la de escuchar la misa de las 09:00 de pie, en las distintas alas de la iglesia, ubicada en 10 de Agosto y Chimborazo, en el centro.

Así, Sandra González y su hija Maía, quien hace la catequesis para la primera comunión, escucharon la ceremonia que celebró el rector de la Catedral, padre Carlos Mena.

“Aprovechamos para venir antes de que empiece el curso”, dijo González.

Durante la homilía, el padre Mena reflexionó sobre el reino que plantea Dios. Ese, sostuvo, es un reinado de caridad entendido como la vivencia del amor hacia lo extremo.

“El Señor reina desde la cruz, desde el calvario y se identifica justamente con los que más necesitan. Ese es su reino”, expresó el clérigo.

Asimismo, el padre Mena explicó a la feligresía que la fiesta religiosa de Cristo Rey que, sostuvo, es una profesión de fe, marca el cierre del año litúrgico. Ahora los católicos se preparan para el tiempo de Adviento, anterior a la Navidad.

Al finalizar la misa, la mayoría de fieles se acercaron a una imagen decorada con flores que se instaló en el costado izquierdo del púlpito para recibir el agua bendita que esparció el sacerdote designado este año como rector de la iglesia mayor del Puerto Principal.

Procesión encabezada por el Arzobispo

Ya en la tarde, después de la misa solemne de las 17:00 que ofició el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, desde la Catedral salió una procesión hacia el cerro del Carmen, donde reposa el monumento del Corazón de Jesús.

Los vítores por Cristo Rey no cesaron durante la caminata en la que participaron decenas de fieles con sus cuadros. Tampoco el estribillo: “A Cristo adoro que es nuestro Padre/ a Cristo adoro que es nuestro Rey”.

Blanca Revilla, de 64 años, llevó una imagen de Cristo Rey. Entre lágrimas, manifestó que todo se lo debía a él. “Él nos dio la vida, salud. Me dio trabajo. Sin él no somos nada”. Ella lleva participando cinco años en la procesión.

Más de 1.000 creyentes católicos caminaron hacia el cerro del Carmen. Durante el trayecto, los feligreses rezaron el rosario y cantaron alabanzas. Alzaban los brazos, se abrazaban entre ellos. Y algunos lloraban emocionados.

Alexandra Alvear, de 55 años, acudió desde el sector Florida, en el norte, para participar en la procesión y demostrar su agradecimiento. “Es un acto de fe, de agradecimiento por todo lo bueno que nos da el Señor cada año”, dijo. (I)

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