Guayaquil, (DCAG).- Con la premisa de llegar a los sectores más vulnerables, los privados de libertad de Guayaquil junto a los miembros de la Pastoral Penitenciaria Arquidiocesana, iniciaron el pasado jueves el proceso virtual de información sobre el Sínodo. Santa Elena, catequistas y el movimiento Juan XXIII también realizaron sus encuentros sinodales presenciales este fin de semana.
Con la presencia de Mons. Gerardo Nieves y el P. José Luis Vélez, representantes del Ministerio de Defensa, Municipio, y coordinadores de áreas; los privados de libertad se unieron de manera virtual al Sínodo que se realizará en todas las cárceles de Guayaquil y que supondrá una integración de todos los rincones de la Iglesia a este proceso.
“Para nosotros que estamos retenidos en cualquier centro es una iniciativa muy atractiva el Sínodo porque se nos toma en cuenta y nos dan un valor como personas que sabemos que hemos cometido algún error y que debemos enmendarlo para reinsertarnos en la sociedad”, mencionó Héctor, uno de los reos del Centro de Privación de Libertad N° 5.
El pasado viernes, el encuentro se replicó con los sacerdotes de Santa Elena, donde Mons. Iván Minda explicó que la Iglesia desde sus inicios ha vivido en sinodalidad y que no se debe confundir con una democracia, sino como una oportunidad de conocer la forma en la que se debe evangelizar.
El encuentro de coordinadores de catequesis también sirvió para que éstos puedan conocer sobre el Sínodo y su repercusión en el futuro de la Iglesia como método de consulta. Más de ciento cincuenta miembros del movimiento Juan XXIII también se reunieron el pasado sábado para dar inicio al proceso sinodal.
Guayaquil, (DCAG).- Como otra manera de evangelización, el P. Teófilo Gaivao Mier, párroco de la Nuestra Señora de Montserrat, publicó el libro “Con Cristo de frente fue posible”; donde narra las distintas etapas de su vida, desde su nacimiento hasta la actualidad. El lanzamiento digital fue realizado el 23 de abril por la plataforma Amazon.
Esta obra literaria lleva al lector a descubrir los eventos que se suscitaron en la vida del P. Teófilo Gaivao, mezclados con dosis de cristología y mariología como una enseñanza; y cuyo título es una respuesta al pesimismo de la frase popular “llevo a Jesús en la espalda”.
“He vivido algunas experiencias negativas que son pocas comparadas con las positivas. Cuando Cristo está contigo y sigues su caminar todo es posible y me anima a buscar mi crecimiento integral”, comentó el P. Teófilo Gaivao.
El autor también demuestra sus dotes literarios al integrar sus composiciones en prosa y verso dentro del relato principal. Actualmente es profesor de Humanidades de la Universidad Católica de Guayaquil y párroco de la iglesia Nuestra Señora de Montserrat.
El libro escrito en 2019 nació como una proyección de la ideología de su autor sobre la vida personal. “Siempre he pensado que la vida de cada quien es como una novela, sea o no creyente, Cristo es quien pone la mayor parte de lo que uno hace y es”, opinó.
La versión digital del libro se encuentra en los primeros puestos de ventas de Amazon y es considerado un best seller. Se prevé el lanzamiento de la versión física en los próximos meses y quienes desean adquirir el libro a $0.99 pueden visitar el siguiente enlace.
Guayaquil, (DCAG).- Bajo la bandera celeste que representa la defensa de la vida, el Municipio de la ciudad en conjunto con la Arquidiócesis de Guayaquil iluminaron los principales monumentos y edificios emblemáticos de la urbe para celebrar el Día Internacional del Niño por nacer, que se celebra cada 25 de marzo.
Desde las 18h00 del pasado jueves, el Palacio Municipal, la Columna de los Próceres, la Rotonda, Torre Morisca, el faro de la ciudad, la Perla, las fuentes Guayas y Kil y de la Kennedy se iluminaron de manera representativa para recordar a los guayaquileños la importancia del don de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
El arzobispo de la ciudad, Mons. Luis Cabrera, mencionó que la iniciativa es “una herramienta que permite concientizar a la sociedad guayaquileña y a generaciones futuras sobre la protección especial de los niños por nacer, así como también los valores que las familias necesitan ahora más que nunca".
La idea nació de la Iglesia porteña e incluyó la iluminación de referentes religiosos como las Iglesias de la Merced, San Francisco y el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, al cual Ecuador se encuentra consagrado desde 1874. Otro de los eventos realizados fue la edición virtual del Festival por la Vida.
Guayaquil, (DCAG).- El pasado 2 de febrero, Día de la Vida Religiosa, cuatro religiosas de la congregación “Siervas del plan de Dios" realizaron su profesión perpetua ante el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera. La ceremonia fue celebrada en la iglesia San Antonio María Claret, en Urdesa.
Con el carisma de anunciar el Evangelio a todos, con especial atención a las personas frágiles, enfermas, pobres y necesitadas; cuatro mujeres: Beatriz Maricela de Jesús Coronel Cóndor, Ana Clara Linch Coloma, María Virginia Polit Argüello y Haidee Johanna Yazbek Serrano decidieron consagrar su vida como servidoras de Cristo.
La Hna. Ana Clara Linch, explicó que el proceso para llegar consagrarse de manera definitiva a Cristo inicia con el llamado a la vida religiosa, luego comienzan un proceso de formación, la postulación como religiosas, la consagración mariana y temporal; para finalmente adquirir el compromiso de plena disponibilidad apostólica a perpetuidad.
La congregación de las “Siervas del plan de Dios" se encuentra en Ecuador hace 17 años. Tiene a su cargo la fundación “Nos necesitan Ecuador", que realiza acciones de voluntariado con jóvenes y familias en temas como educación y salud. Así como un proyecto de catequesis y misiones en la parroquia de Tarifa; y la fundación “Jacinta y Francisco” que educa a 50 señoritas discapacitadas para que puedan desenvolverse dentro del campo laboral.
Las hermanas recientemente consagradas iniciarán misiones en diferentes partes del mundo, en países como Chile (Hna. Beatriz Coronel), Angola (Hna. Virginia Polit) y Filipinas (Hna. Ana Clara Linch); en tanto que la Hna. Johanna Yazbek continuará su misión en Ecuador.