Gemelos son llamados a propagar el Evangelio

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Guayaquil, (DCAG).- La falta de catequistas es un problema visible en las parroquias de la ciudad, muchos de los jóvenes luego de recibir sus sacramentos se vuelven católicos no practicantes e incluso se alejan de la Iglesia. Conversamos con dos parejas de gemelos, quienes a pesar de su corta edad y afrontando sus defectos, decidieron acudir al llamado del Señor propagando el Evangelio a los más pequeños.

Para los gemelos Elkyn y Kelvyn Ponce García ser catequistas en el Santuario María Madre de Guayaquil ha significado superar varios obstáculos dentro de su vida personal, que les ha permitido crecer como cristianos. Desde temprana edad sintieron curiosidad por saber en qué consistía y por qué era importante la Eucaristía al observar como uno de sus primos se acercaba a recibir este sacramento.

Al saber que debían prepararse para recibir a Cristo, se anotaron en el curso de catequesis donde sus educadores Mercy, Raquel y Tania fueron fundamentales para despertar en ellos el deseo de convertirse en educadores de la fe. Ellas los guiaron en el curso inicial y segundo nivel de Comunión y reconocen que los hermanos mostraban su curiosidad por aprender más sobre Cristo. Sus padres también los apoyaron al conocer su decisión.

“En mi Primera Comunión sentí una paz que no había sentido antes”, destacó Kelvyn, quien junto a su hermano han tomado conciencia de la importancia de vivir su fe en la vida cotidiana y han tomado su apostolado como una retribución por las gracias recibidas de Dios, especialmente en el tratamiento de la enfermedad renal de Elkyn.

En la parroquia Ntra. Sra. de Czestochowa los hermanos Anthony y Charles Fuentes Espinoza desde 2016 decidieron servir juntos al Señor en el Altar como monaguillos, un año después se convirtieron en catequistas de Primera Comunión y así compartían su experiencia de fe dentro de este apostolado. Actualmente Charles se está formando en el Seminario Mayor de Guayaquil para convertirse en sacerdote, mientras su hermano sigue como catequista y busca especializarse en Diseño Gráfico.

Desde muy jóvenes recibieron el llamado de Dios a servirlo. Al inicio compartían horarios como monaguillos, poco a poco fueron tomando caminos diferentes, enriqueciéndose y compartiendo su testimonio en la enseñanza de la fe. “Aunque no nos podemos ver, nos encontramos en la oración cuando paso por las afueras del Seminario y rezo por su vocación”, comentó Anthony.

Ellos hacen un llamado a los jóvenes a escuchar el llamado del Señor, que a pesar de sus defectos, pone por delante sus virtudes para ponerlas al servicio de la Iglesia y el prójimo de diferentes maneras; siendo monaguillos, catequistas, realizando obras sociales, etc.

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