Guayaquil, (DCAG).- Ante la crisis carcelaria que vive el país, la Arquidiócesis de Guayaquil celebró el pasado domingo una Santa Misa por el alma de los 119 fallecidos y la salud de más de 100 heridos que ha dejado el brote de violencia en la Penitenciaria del Litoral. La Eucaristía contó con la presencia del Presidente de la República y el Gobernador del Guayas.
La Catedral San Pedro Apóstol acogió a los fieles que se dieron cita en la celebración eucarística oficiada por el Arzobispo de Guayaquil para pedir no solo por el descanso eterno de los privados de libertad fallecidos y heridos, sino por el cese de la violencia en el país, una situación compleja que ha tenido eco a nivel internacional.
El Papa Francisco también se pronunció desde su cuenta de Twitter sobre la situación del país: “Me ha entristecido mucho lo sucedido los días pasados en la cárcel de Guayaquil, en Ecuador. Dios nos ayude a curar las llagas del crimen que esclaviza a los más pobres. Y ayude a cuantos trabajan cada día para hacer más humana la vida en las cárceles”.
En su homilía, Mons. Luis Cabrera expresó su preocupación por la situación actual: “Nos preocupa la inseguridad que vivimos en las familias y en la sociedad. Esta triste realidad refleja una problemática familiar, social y económica más profunda. Una situación que desafía, especialmente a las autoridades civiles, a preguntarse por sus causas, consecuencias y soluciones, orientadas a la prevención, rehabilitación y reinserción en la sociedad”.
A la Eucaristía también llegó una comitiva del ejecutivo conformada por el presidente Guillermo Lasso, el gobernador Pablo Arosemena y el ministro de Turismo Niels Olsen. El mandatario pidió a la providencia “sabiduría y firmeza” para afrontar y resolver la crisis de violencia, respetando la vida de los reos. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana también se pronunció pidiendo a los fieles rezar por los fallecidos y por la búsqueda de soluciones para lo que se vive en las cárceles del país.
