Guayaquil, (DCAG).- Con una amplia experiencia en la docencia, el Dr. Roberto Briones Jiménez fue nombrado en noviembre pasado como el nuevo director de la Red Educativa Arquidiocesana (REA). Su trayectoria en los colegios Espíritu Santo, Balandra, Delfos, Alemán, Mariscal Sucre, Blue Hill Collage y en las universidades de Guayaquil, Católica y Ecotec, además de sus estudios en Medicina, educación superior, gestión y liderazgo educativo, proyectos sociales, pedagogías innovadoras y administración educativa, le permiten tener una amplia visión de la educación que se imparte en las instituciones católicas de la ciudad.
¿Qué objetivos en el ámbito educativo tiene en la REA?
Vengo por un reto, a servir y a hacer algo por los niños. Mi prioridad es la REA porque es mi compromiso como católico. Mis colegios van a ser los mejores de Guayaquil porque estoy acostumbrado a hacerlo, junto a las personas que trabajen conmigo. Seré firme si alguien no cumple, si quiere hacerle daño a los niños, voy a ser implacable porque ellos son lo más importante
¿Qué aspectos se pueden mejorar en las instituciones de la REA?
Por más que los colegios estén bien, siempre hay que hacer algo para mejorar. Mientras haya un niño que no tenga la oportunidad hay que hacerlo. Estoy, en la medida de lo posible, visitando las escuelas, colegios; buscando caminos para que estas instituciones puedan crecer.
¿Qué características debe presentar una institución educativa católica que sirvan para formar a mejores ciudadanos?
La educación católica debe propender a que los niños y jóvenes que se educan sean el centro de nuestro accionar y que los adultos sean colaboradores para que ellos alcancen la plenitud divina y entiendan que todo lo que tienen es dado por Dios.
Nuestras instituciones deben tener como parte medular la espiritualidad del Evangelio; los colegios son una forma de llevar el mensaje cristiano. Luego está la excelencia académica, porque las personas de escasos recursos merecen educación de calidad. Se debe tener el dinero para comprar mejores computadoras, bancas, etc
¿Cómo se debe trabajar para que la fe sea el eje principal de la educación católica?
Los profesores deben vivir la fe, no basta solo con dar una clase de matemáticas, que estén convencidos de que la ciencia nos acerca a Dios, de lo contrario están llevando a los alumnos a no creer en nada, ni siquiera en ellos mismos. Para mí es importante que eso se dé, y que tengamos vocaciones sacerdotales que surjan de los colegios.
¿Es posible para las instituciones educativas regresar a clases presenciales ante una nueva variante del Covid 19?
Pienso que sí y no, porque hay colegios que lo han tomado muy en serio y cumplen con todas las normas de bioseguridad; pero hay otros que no las siguen. En este momento histórico, el gobierno debe preocuparse de la educación de las personas y en la prevención del contagio.
¿Qué aspectos se deben cambiar en la educación católica?
Debe existir una revolución educativa como lo hizo Don Bosco o Santo Tomás de Aquino, que implique que nos pongamos de acuerdo en lo que debemos de hacer, tener un cónclave nacional con los mejores profesionales en educación para diagramar la misma.
La educación necesita ser procesal, no puede ser que un estudiante esté memorizando cosas que en poco tiempo no le van a servir porque el conocimiento cambia continuamente. Deben aprender procesos que ayuden a su cerebro a organizarse y que luego esto sirva para que los profesores impartan los conocimientos académicos.
¿Son las plataformas educativas la mejor opción para la educación católica?
Tú puedes tener la mejor plataforma, pero si el profesor no está preparado para guiarte en su uso y conocer todas las bondades de la tecnología es lo mismo que nada porque el factor humano es importante, ya no como el profesor que dicta materia, sino como un guía, tutor o mentor, como lo que era San Pablo para Timoteo.
¿Cómo afrontar los casos de abuso en las escuelas?
Si tú te metes con un niño, adolescente o menor de edad estás abusando porque ellos no tienen la capacidad de discernimiento. Hay que preparar a los padres y profesores para que detecten casos de abuso infantil, si existe algún cambio repentino de conducta.
