Guayaquil, (DCAG).- Este 8 de agosto a las 10h00, la Catedral de San Pedro Apóstol albergará la liturgia de ordenación de siete nuevos diáconos (tres de ellos extranjeros y cuatro ecuatorianos) y un presbítero (extranjero). La Santa Misa será presidida por el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera y en ella podrá participar solo el clero y las familias de los ordenandos.
Benjamin Fenlon, Aurelio González y Rovelio Pablo López guardan una historia en común: el dejar atrás su familia, su vida y su patria por seguir a Cristo y dedicar su vida al servicio de la Iglesia. Ellos son parte de los siete seminaristas que serán ordenados diáconos el 8 de agosto en la Catedral San Pedro Apóstol.
Benjamin Fenlon nació en Londres, el 5 de abril de 1990. Tras un año de misión en 2014, con la comunidad de los Siervos del Hogar de la Madre en la parroquia Nuestra Señora de Loreto, Benjamín decidió terminar sus estudios para el sacerdocio en Roma y regresar a esta ciudad para poder vivir el sacerdocio como misionero. “Aunque Guayaquil es casa para ustedes, para mí es tierra de misión, donde hay muchos corazones sedientos de Dios, y que están haciendo lo mejor que pueden”.
Como diácono, él espera “servir, no físicamente a ‘servir la mesa’, aunque a veces sí deba hacerlo, pero sobre todo servir a las personas en sus dolores, en su búsqueda de Dios, en los momentos oscuros».
Rezar el Santo Rosario mientras cursaba la universidad despertó en el mexicano Aurelio González Salinas la inquietud del llamado a la vida sacerdotal. Él cuenta que varios amigos tenían el hábito de rezarlo visitando familias. “También empecé a acompañar en esas vistas y llegó un momento en que me surgió la inquietud por el sacerdocio, pero con el correr del tiempo esa inquietud se fue haciendo más intensa y me detuve seriamente a pensar si Dios me estaría llamando al sacerdocio; hasta que un día, después de someterlo a discernimiento junto con mi director espiritual, tomé la firme determinación de responder al llamado de Dios a la vida sacerdotal».
Su llegada a Guayaquil se dio por su decisión de servir en otro país. Fue un sacerdote franciscano que conoció en Ciudad de México, quien lo motivó a venir a Guayaquil en su vocación de servicio.
Rovelio Pablo López nació en Nicapa, Chiapas, México el 18 de enero de 1973. Aunque creció viendo una serie basada en la vida religiosa nunca había contemplado llevar una vida consagrada. En 1994 se muda desde Chiapas (Veracruz) donde había vivido casi toda su infancia, a la ciudad de México. En una de sus vacaciones a Chiapas, su madre lo llevó obligado a un retiro parroquial. “Al final del retiro espiritual y en los testimonios, el dirigente del retiro dijo: ‘Que alce la mano quienes quieran servir a su Iglesia’ y por supuesto respondí. Allí empezó todo, esa búsqueda mas consciente de Dios”.
Luego, en 2002, ingresa a un movimiento laical mariano, pero él sentía que eso no era suficiente. En 2006 forma parte la comunidad de Misioneros de Cristo Sacerdote, donde realiza sus estudios filosóficos y teológicos. Cuando cerró el grupo al que pertenecía decidió tomar otros rumbos y fue en 2017 cuando toma contacto con Mons. Luis Cabrera y en 2018 decide continuar su camino hacia el sacerdocio en Guayaquil, dejando atrás su casa, sus hermanos y su país.
La Eucaristía de la ordenación de los nuevos diáconos será el sábado 8 de agosto en la Catedral de Guayaquil y será transmitida por el canal oficial en Facebook de la Arquidiócesis de Guayaquil.
