Guayaquil, (DCAG).- Tras el anuncio de su creación en febrero pasado, el pasado 31 de marzo y 1 de abril se realizaron las ceremonias de posesión de Mons. Luis Cabrera como administrador apostólico de la nueva diócesis de Daule y de Mons. Iván Minda como primer obispo de la nueva diócesis de Santa Elena.
Los párrocos, religiosos y autoridades de los cantones de la diócesis; así como los obispos del país y los feligreses se dieron cita en la catedral Señor de los Milagros, donde el Nuncio Apostólico, Mons. Andrés Carrascosa posesionó a la nueva administración eclesiástica de la diócesis de Daule.
Mons. Luis Cabrera, administrador apostólico, invitó a todas las personas a colaborar con la Iglesia, a no sentirse excluidos ni volverse en contra, sino a “poner el hombro” para que la nueva diócesis siga siendo un referente de evangelización, cultura y paz; valores que caracterizan a sus feligreses.
La administración de la diócesis, hasta la designación de un nuevo Obispo, estará a cargo de un colegio de consultores formado por Mons. Luis Cabrera como su presidente y los sacerdotes Rodolfo Soledispa (Santuario Señor de los Milagros), Renzo Constantine (María Auxiliadora, Pedro Carbo), Omar Guaranda (san Bartolome, Palestina), Stanley Henríquez (Santuario Narcisa de Jesús), José Lara (San Francisco, Daule) y el padre Víctor Hugo Varela (San Jacinto, Balzar).
En tanto, en la catedral Santa Elena se vivió desde tempranas horas la algarabía por la posesión de su nuevo obispo. Mons. Iván Minda Chala inició la jornada con una caminata junto a las autoridades provinciales y locales por las calles de la capital peninsular hacia la sede diocesana.
Tanto familiares, feligreses y las autoridades civiles se mostraron complacidos por la creación de la nueva diócesis que comprende la provincia de Santa Elena, Playas y las parroquias Posorja y El Morro. La Santa Misa de posesión del nuevo obispo la presidió inicialmente el Nuncio Apostólico, Mons. Andrés Carrascosa.
Mons. Iván Minda se mostró muy feliz por su designación, resaltó la fe del pueblo peninsular en el Señor de las Aguas e invitó a los feligreses a trabajar por el bienestar y el desarrollo de la provincia Además exhortó a los sacerdotes a continuar con su labor de evangelización bajo la consigna del servicio y la salvación de almas.
