Diálogo interreligioso sobre política y ética.

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Guayaquil, (DCAG).- El pasado jueves se llevó a cabo el conversatorio “Ética, política y doctrina de las religiones» donde participó Mons. Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil y representantes de la Iglesia Protestante y el Judaísmo. El encuentro fue organizado por la Universidad del Río y transmitido de forma virtual.

El advenimiento de los comicios de 2021 ha traído consigo la necesidad de discernir el voto, especialmente por los casos de corrupción descubiertos en el país durante el último año. Tres representantes de diferentes denominaciones religiosas trataron el tema de la ética y la política desde el ámbito doctrinal.

El arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera mencionó que existe una contradicción en el modo de vida en Hispanoamérica, donde la mayoría es creyente; pero también existe la corrupción, la violencia a la mujer, la trata de blancas o la inseguridad social, y explicó que sus causas radican en “el modernismo, la expansión del racionalismo y la sobrevaloración de la razón, pretendiendo reducir lo religioso al ámbito de las emociones y sentimientos”. Además del “laicismo que poco a poco ha hecho que vayan negando la dirección espiritual del campo público” agregó el arzobispo.

Yahía Suquillo, representante del centro islámico, explicó que se debe combatir el hedonismo en la población a través del cultivo de los hábitos cristianos e hizo un llamado a la unidad y la tolerancia entre las personas.

El rabí Tomer Rotten atribuyó la corrupción en la política a una “fe superficial”, donde se confiesa ser creyente, pero con un estilo de vida contrario a su creencias religiosas; además de ser un mal social hereditario donde la corrupción es vista como normal porque el entorno en el cual se desarrollan los niños está corrompido.

Por último, el pastor Felipe Adolf explicó que la ética debe ser apreciada desde un punto individual y reflejarse en la comunidad. También citó que se debe humanizar a la ética y no verla como una mera idea filosófica, sino como un aprendizaje de la vida en sociedad. Además reflexionó sobre la idea de un pueblo unido a través de los diferentes aspectos comunes y bajo un mismo objetivo para que los políticos no se desvíen de esa meta común.

Los expositores coincidieron en que es importante que las personas creyentes vivan bajo los preceptos religiosos que profesan, y que esta fe debe estar íntimamente ligada a la forma de gobierno de un pueblo. El conversatorio completo está disponible en el siguiente enlace.

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