Guayaquil, (SCAG).- Desde el pasado mes de julio, la Pastoral Social Cáritas está ejecutando un proyecto de respuesta de emergencia para brindar acompañamiento espiritual, psicológico y económico a 150 familias de la isla Puná; afectadas por el sismo de Balao, ocurrido en marzo de este año.
“La primera condición para ser parte del proyecto es que sean familias que hayan sufrido de daños estructurales en sus viviendas y que se encuentren en situación de vulnerabilidad (personas de la tercera edad, discapacitados, madres solteras, hogares con muchos niños) y que sus ingresos económicos mensuales sean menores a $100”, explicó Isabel Almeida, coordinadora técnica de Cáritas Guayaquil.
La selección de las familias fue posible a la colaboración del GAD parroquial de Puná y el Departamento de Acción Social del Municipio de Guayaquil (DASE). Tras una primera visita en las 28 comunidades de la isla Puná, el equipo de Cáritas evidenció que las familias beneficiadas cumplieran con las condiciones para ser beneficiadas con el acompañamiento espiritual y psicológico que se llevó a cabo en Guayaquil, donde también recibieron una ayuda económica por intermedio de un agente externo.
“Mi casa es inestable y a lado hay un terreno; pero no he podido hacer nada porque no me alcanza, estoy esperando reunir algo más para poder hacer un piso firme y pasarnos; ya que mi casa está más inestable cada día y temo por la seguridad de mis hijos. Trato de vivir con lo que puedo hacer, seguir ahorrando y lograr la meta de hacer un piso firme para mis hijos”, mencionó Estefanía Arboleda, una de las beneficiadas.
El proyecto fue posible gracias a la donación de las Iglesias Católicas de Estados Unidos. Luego de recibir la ayuda, un equipo de Cáritas visitó nuevamente a los beneficiados para comprobar su situación actual y el destino del dinero recibido; que en muchas familias fue usado para comprar alimentos, ayudando a dinamizar la economía de la isla Puná.
