Seguir a Jesús

0
1415

El episodio de Cesarea de Filipo ocupa un lugar central en el evangelio de Marcos. Jesús pregunta sus discípulos: «¿Quién dicen que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Mesías».  

Pero Jesús sabe que les falta aprender algo muy importante: que debe sufrir mucho. Pedro le lleva aparte para «increparlo» por lo absurdo de su enseñanza. Jesús le “reprende” con estas palabras duras: «Apártate de mí, Satanás. Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres». Luego, les dice: «El que quiera venir conmigo, que  renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga».

Seguir a Jesús no es obligatorio; es una decisión libre, pero él pone sus condiciones. No bastan las confesiones fáciles; hay que estar dispuestos a renunciar a los planes que se oponen al reino de Dios y a aceptar los sufrimientos que nos pueden venir si nos identificamos con su causa.

En nuestra sociedad, que fomenta el bienestar a cualquier precio y trata de ocultar y eliminar el sufrimiento, no es fácil vivir los valores del Reino, como la verdad, la solidaridad, la honestidad, la justicia y la paz; quien lo intente, será perseguido, incomprendido, difamado y calumniado. ¡He aquí las cruces que las debemos llevar con dignidad y valentía!

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here