Guayaquil, (DCAG).- El santuario Nuestra Señora de la Alborada es el centro de fe en el norte de Guayaquil, formando parte de la vida de sus feligreses. La historia de este templo está marcada por la visita de dos Pontífices y el gran amor por la Virgen María.
Su historia se remonta a la creación de la ciudadela Alborada, un lugar remoto en la creciente ciudad y; cuyos habitantes decidieron propagar y fortalecer su fe cristiana pidiendo al entonces obispo auxiliar de Guayaquil, Mons. Hugolino Cerasuolo, que envíe un sacerdote para que celebre la Misa dominical.
“Voy a fundar una parroquia en el aire, ya que aquí no hay ni habitación para el párroco ni templo para el Señor” fueron las palabras de Mons. Bernardino Echeverría el 1 de enero de 1977 al erigir la parroquia “Nuestra Señora de la Alborada de Lourdes”; siendo encargada la misión al P. Paulino Toral. El sacerdote junto a los moradores pidió al Consorcio de Viviendas de Interés Social (VIS) (constructora de la Alborada) la donación de un terreno para el templo, colocándose la primera piedra al cumplirse un año de su creación.
Por celebrarse el III Congreso mariano internacional en Guayaquil, el 24 de septiembre de 1978, el templo fue bendecido por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), quien destacó la fe en la Virgen: “Así como la Alborada anuncia la llegada del sol, de la misma manera sea también esta iglesia una aurora para los hombres que viven en esta ciudad”. La imagen tomó como base a una figura de la Virgen traída desde España por el P. Paulino, naciendo la advocación de Nuestra Señora de la Alborada: María de pie, su tez morena, sus brazos abiertos que acarician al niño y lo entregan; de la imagen salen rayos de luz que significan la Alborada.
La ayuda internacional y el trabajo de los feligreses en la recaudación de fondos hizo posible que la parroquia “Nuestra Señora de la Alborada” sea una realidad y esté lista para recibir a San Juan Pablo II, quien visitó Guayaquil en 1985 por motivo del bimilenario del nacimiento de la Virgen María. Más de 120 mil personas se dieron cita en la explanada del templo el 31 de enero de ese año para ser testigos de la bendición del santuario y del encuentro del “Papa viajero” con los jóvenes de la ciudad.
Desde ese momento, la vida parroquial de la Alborada creció exponencialmente, no sólo estando en el centro de la ciudadela, sino en el corazón de sus habitantes que recibieron allí sus sacramentos y acudían cada día a la Santa Misa. En 2001, se decidió ampliar el templo debido a la gran cantidad de feligreses que lo visitan, especialmente los domingos.
La parroquia santuario Nuestra Señora de la Alborada atiende a los feligreses de lunes a viernes desde las 08h00 a 13h00 y de 15h00 a 18h00. Los horarios de misa son los lunes (07h00 – 19h00), martes a sábado (07h00 – 08h00 – 19h00) y los domingos (07h00 – 09h00 – 10h15 – 11h30 – 17h00 – 18h15 – 19h30) y las confesiones se atienden durante las misas, excepto los lunes a las 07h00.
