Guayaquil, (DCAG).- Tras un largo feriado de Carnaval, miles de feligreses se dieron cita desde tempranas horas en los templos de Guayaquil para recibir la ceniza y el llamado a la conversión, oración y el ayuno. El rito da inicio al tiempo de Cuaresma que culmina antes de la Misa de Jueves Santo.
Comerciantes, oficinistas, personal médico, ancianos, mujeres y niños realizaban largas filas para ingresar a los templos para recibir en la frente la cruz de ceniza, bajo la premisas de: “Polvo eres y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”. La ceniza proviene de la quema de los ramos que se bendijeron al comenzar la Semana Santa del año anterior.
Para el P. Roberto Rodríguez, párroco de San Alejo, en esta fecha “se invita a los fieles a acompañar a Cristo, es un momento para detenerse y revisar nuestra vida interiormente. Dios quiere que llevemos un camino de conversión durante la Cuaresma y la Pascua para alcanzar el cielo, siendo humildes y reconociendo que sin el Señor no somos nada”.
Aunque en los exteriores de varias iglesias tradicionales del centro, norte y sur de Guayaquil se presentaron largas filas para ingresar, el personal de servicio cuidó que se cumpliera con el uso de las mascarillas, distanciamiento en la fila para la ceniza y el evitar que se rebase la capacidad permitida en los templos.
Mariana Peña, fue una de las personas que asistió a la Catedral de Guayaquil para participar de esta fecha: “Estoy feliz de venir a la Iglesia a recibir la Ceniza, luego de tanto tiempo sin poder celebrar por la pandemia. A pesar de la cantidad de personas sí hubo distanciamiento social y la gente con su mascarilla puesta”.
