Guayaquil, (DCAG).- En medio de la pandemia del Coronavirus, millones de fieles se alistan para la beatificación de José Gregorio Hernández en Caracas, que será presidida por el cardenal Pietro Parolín. En Ecuador, la parroquia San Antonio de Padua, donde se venera al “médico de los pobres" se prepara para el acto religioso.
“La figura del hermano José Gregorio Hernández es bastante popular en nuestro pueblo por el tema de la sanación, es un santo que siempre ha sido buscado por ser un médico, por el cuidado de los pobres, por eso esta devoción la tiene todo el pueblo latinoamericano”, explicó el párroco Diego Bustamante.
En Guayaquil, el día 27 de cada mes, cientos de fieles se dan cita en la parroquia San Antonio de Padua para pedir la intercesión por su salud o la de familiares al futuro beato de la Iglesia. Fotos, velas encendidas en su honor y personas rezando de pie o de rodillas acompañan la imagen del “médico de los pobres", para luego participar de las celebraciones eucarísticas en la Iglesia contigua.
El Hermano Gregorio nació en Isnotú (Venezuela) en 1864, se graduó en Medicina en la Universidad Central de Caracas para luego regresar a su pueblo natal a atender a sus pobladores, donde el paludismo y la tuberculosis eran las enfermedades más comunes. Fue becado para estudiar en París, en donde obtuvo conocimientos sobre los adelantos médicos de su época, que llevaría a su país donde tuvo que ver en la introducción del microscopio y el estudio de la Bacteriología.
Además de su labor filantrópica y científica, su ferviente fe católica lo impulsó al sacerdocio, ingresando en 1908 al monasterio de Cartuja de Farneta en Toscana (Italia), pero una enfermedad respiratoria lo obligaría a retornar a Venezuela. En 1913, volvió a ser admitido en un seminario romano, corriendo la misma suerte. Fue atropellado el 29 de junio de 1919 en Caracas.
La causa de la beatificación se retrasó debido al mal uso que los fieles le han dado a su imagen, asociándolo a ritos de hechicería. Pero la comisión eclesiástica que estudió el caso de la niña Yaxuri Solórzano, quien recibió un disparo en la cabeza al ser asaltada junto a su padre en 2017, concluyó que el médico venezolano habría obrado en su pronta recuperación.
La preparación para la ceremonia de beatificación inició el pasado 21 de abril con una novena de acción de gracias. El jueves 29 a las 15h00 se realizará una hora de oración frente al Santísimo, a las 17h00 la Santa Misa y a las 20h00 se dará una charla sobre el proceso de canonización de los Santos.
Debido a las normas de bioseguridad, el viernes 30 de abril, sólo 80 personas podrán ingresar a la parroquia San Antonio de Padua, donde a las 17h00 el arzobispo de Guayaquil dará una charla sobre la santidad en tiempos modernos y a las 18h00 celebrará la Eucaristía por la beatificación del Hermano Gregorio. Los eventos también serán transmitidos por la páginas de Facebook de la parroquia.
Guayaquil, (DCAG).- El próximo 12 de febrero la campana “La voz de los no nacidos” empezará su recorrido en Ecuador, donde busca comprometer a los feligreses en la defensa de la vida. La Misa Solemne de acogida iniciará a las 10h30 en la Catedral de Guayaquil y luego recorrerá varias calles del centro de la urbe.
Este símbolo nació en 2020 como iniciativa de la fundación polaca “Życie Tak”. El pasado 27 de octubre el Papa Francisco bendijo en el Vaticano las dos campanas destinadas a Ecuador y Ucrania, donde expresó: “Que su sonido anuncie al mundo el Evangelio de la vida, despierte la conciencia de las personas y recuerde la voz de los no nacidos. Encomiendo a la oración de ustedes la vida de cada niño concebido”.
La campana llega al país en un contexto donde la Asamblea Nacional prevé la aprobación de la ley de despenalización del aborto por violación. Según explicó Mons. Giovanni Battista Piccioli, promotor de la campana, este es un momento ideal para despertar la conciencia de los ecuatorianos ante la idea de asesinar a bebés inocentes.
Con una tonelada de peso y fabricada en bronce, la campana contiene dos códigos genéticos que simbolizan a los padres, la ecografía de un niño junto a dos querubines que lo resguardan, la cita: “Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía. Antes de que nacieras, ya te tenía consagrado”.
También se encuentran grabadas en dos tablas que simbolizan los 10 mandamientos las frases: “No penséis que he venido a abolir la ley” y “No matarás”; dos manos que sostienen un corazón con los escudos de Polonia y Ecuador : “Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, ¡A toda vida humana!”, de San Juan Pablo II.
Luego de la Misa de acogida, la campana se trasladará en un Rosario móvil por el centro de la urbe, acompañada de los fieles que se den cita en la Catedral de Guayaquil. Debido al aforo reducido, existirán pantallas gigantes en el Parque Seminario para los asistentes y la Eucaristía se transmitirá por las redes sociales de la Arquidiócesis de Guayaquil y de Fides Online.
Guayaquil, (DCAG).- Cientos de feligreses se dieron cita el pasado 12 de febrero en la Catedral de Guayaquil y sus alrededores para participar de la Misa Solemne de recepción de la campana “La Voz de los No Nacidos”. Luego esta hizo su primer recorrido por varias calles del centro de la ciudad.
Tras haber recibido la bendición del Papa Francisco en octubre pasado, la campana de la vida fue presentada al público como el símbolo que despierte la conciencia ética, moral, política, social y religiosa de los ecuatorianos ante el debate en la Asamblea Nacional sobre la legalización del aborto por violación.
La campana ingresó a la Catedral Metropolitana acompañada de las autoridades eclesiásticas y sacerdotes de la Arquidiócesis de Guayaquil, así como de varios niños de distintas edades.
Precisamente la encargada de tocarla por primera vez fue la niña Victoria Ruiz Pozo, acompañada de Mons. Giovanni Piccioli, aseguró: “yo respetaré, defenderé, amaré y serviré a toda vida humana desde la concepción hasta su muerte natural. Cuando aprendía la oración sentí una responsabilidad y alegría en mi corazón… Y, al tocar la campana se estremeció mi corazón”.
La celebración eucarística fue presidida por el arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera, quien en su homilía hizo un llamado a “despertar la conciencia de que la vida comienza en la concepción, tal como lo demuestra la ciencia médica. Por este motivo, en la campana están esculpidos el código genético y una ecografía de un niño en el vientre de una madre gestante. Por su ADN, cada vida es única e irrepetible”.
De la misma forma, hizo énfasis en que el aborto es una forma de asesinato: “Es absurdo que se regatee hasta qué semana es lícito abortar, sabiendo que, en cualquier fase de la gestación en que se practique, muere un ser humano. La mayor discriminación es legalizar la muerte de quienes han sido concebidos en circunstancias difíciles con la pretensión de solucionar otros crímenes, como la violación".
Durante la Misa, la campana fue tocada por los Obispos presentes. Después de la celebración fue trasladada a las afueras de la Catedral San Pedro Apóstol, donde los feligreses que presenciaron el acto en pantallas gigantes, la acompañaron por la calle Chimborazo, 9 de Octubre, Pichincha, 10 de Agosto y su regreso al templo desde donde partirá a las diferentes parroquias eclesiásticas del país.
La votación del proyecto de ley de legalización del aborto se prevé sea realizada este jueves. Los colectivos religiosos y sociales en favor de la vida, que estuvieron en el recorrido, se movilizarán a Quito para su apoyo al derecho a la vida de los niños por nacer.