La Trinidad

0
917

La fe cristiana se basa en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo. Una fe que no se que- da en conceptos o doctrinas, sino que nos pone en relación directa con personas concretas.

El Padre siempre está dispuesto a acoger- nos con amor y misericordia y a perdonar- nos. Esta forma de ser del Padre nos da con- fianza y seguridad para acercarnos. Pues, como hijos, muchas veces, nos alejamos de él, o nos llenamos de dudas y hasta de in- diferencia; pero Él permanece fiel a su amor por cada uno; un Padre que nos ha creado por amor y para amar y ser amados.

El Hijo unigénito es nuestro hermano mayor. En Él podemos sentir a Dios humano, cerca- no y amigo; además, nos indica el camino seguro: “Sean compasivos como su Padre es compasivo”. El Hijo es el Amor que acoge; la respuesta eterna al amor del Padre. Ver y conocer al Hijo es entrar también en relación con el Padre.

El Espíritu Santo es la comunión del Padre y del Hijo que se vuelve don y comunica- ción hasta sus criaturas, tanto es así que “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5, 5). El Espíritu Santo nos santifica, acompaña y guía como Maestro interior, abogado e intercesor. 

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están siempre presentes en nuestra existencia y lo hacen en comunión de vida y acción.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here